Alberto Gómez

Nací a mediados del siglo pasado, todo felicidad y buen humor, como se ve en la foto del bautizo.

Desde pequeño se apreció mi innato talento musical, por lo que, rápidamente me buscaron un aula especial en el colegio para potenciar mis habilidades, aunque para mí que hacia un poco de frío y estaba muy cerca de los coches, pero bueno……los profesores me animaban diciendo “este niño ya tiene claro su futuro…pobrecillo”, creo que refiriéndose a las muchas horas de estudio que le dedicaba.

Completé mi formación musical a través del estudio de los grandes manuales clásicos y obras de imprescindible análisis profundo.

La inmersión en la música folk se produjo después de conocer a Amanda, Tomás y Martín y un curioso accesorio que acompaña desde entonces al violín (véase la foto), lo que me hace ver la música desde un punto de vista un poco más curvo…

En un momento de comunión con el violín, la botella y el folk, tuve esta bella visión, lo que me empujó a curiosear y trastear con el violín-trompeta, después de ver la cara de éxtasis de dicha aparición.

Pero bueno, como el folk no da para comer, de momento, lo compatibilizo con el desarrollo de mi licenciatura universitaria que me permite, profesionalmente, construir un mundo mejor (en la foto estoy en pleno desarrollo profesional).